Carta de precios de un restaurante con secciones de entrantes, platos principales y postres, mostrada en primer plano sobre una mesa en un comedor elegante

Errores más comunes al fijar precios en hostelería (y cómo evitarlos)

Poner precio a los productos y servicios en un negocio de hostelería no es una tarea menor. Es uno de los aspectos más importantes para lograr que el negocio sea rentable. Sin embargo, muchos bares, cafeterías y restaurantes cometen errores al fijar precios que acaban afectando directamente a sus beneficios. A continuación, repasamos los fallos más comunes y te contamos cómo evitarlos. 

  1. Copiar precios de la competencia sin analizarlos

Uno de los errores más habituales en hostelería es copiar los precios de otros locales cercanos. Puede parecer una solución rápida, pero no siempre es acertada. Cada negocio tiene sus propios costes, su clientela y su propuesta de valor. Lo que funciona en el bar de al lado puede no funcionar en el tuyo. 

Haz tus propios números. Calcula tus costes reales (materia prima, personal, alquiler, etc.) y establece precios que te permitan cubrirlos y obtener un margen razonable. Si tienes un valor diferencial, no tengas miedo de cobrarlo. 

  1. No tener en cuenta el coste real del producto

A veces se fijan precios de forma intuitiva, sin saber exactamente cuánto cuesta elaborar cada plato o servir cada bebida. Esto lleva a precios que pueden parecer razonables pero que, en realidad, generan pérdidas. 

Es imprescindible tener fichas técnicas actualizadas y saber el coste exacto de cada producto. Solo así podrás establecer un precio justo y rentable. 

En este sentido, apoyarse en herramientas digitales es fundamental. Por ejemplo, nuestro software TPV táctil para hostelería permite emitir informes de ventas detallados, incluyendo análisis de productos vendidos con su rendimiento, cinta de control de facturas, histórico de anulaciones y listados de arqueos. Toda esta información ayuda a tomar decisiones basadas en datos reales y no en intuiciones. 

  1. No ajustar los precios con el tiempo

Los costes cambian. La electricidad sube, la materia prima varía y los salarios también se actualizan. Si los precios no se revisan de forma periódica, se corre el riesgo de perder rentabilidad. 

Revisa tus precios al menos una vez al año, o cuando haya cambios importantes en tus costes. No se trata de subir por subir, sino de mantener un equilibrio sano entre precio y rentabilidad. 

  1. No considerar la percepción del cliente

En hostelería, el precio no solo se basa en lo que cuesta producir un plato, sino también en cómo lo percibe el cliente. Un café puede costar lo mismo en dos locales distintos, pero si uno tiene mejor ambiente, mejor atención o una ubicación más atractiva, el cliente puede estar dispuesto a pagar más. 

Trabaja la experiencia del cliente. Cuida los detalles. Un buen servicio y un entorno agradable justifican precios algo más altos y generan fidelidad. 

  1. No ofrecer variedad de precios

Si todo lo que ofreces tiene precios altos, puedes estar dejando fuera a clientes con menor presupuesto. Si todo es barato, puedes dar una imagen de baja calidad. 

Diseña una carta equilibrada, con opciones accesibles y otras más premium. Así puedes atraer a distintos tipos de clientes y maximizar ingresos. 

 

Si evitas estos errores y aplicas buenas prácticas, estarás mucho más cerca de alcanzar una hostelería rentable y sostenible. 

Además, contar con herramientas como nuestro software TPV puede marcar una gran diferencia al momento de tomar decisiones acertadas y mantener un control eficiente del negocio. 

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