Después del último artículo donde hablamos de cómo decorar nuestro restaurante, para obtener un resultado y una experiencia agradables y atractivos para el cliente y mejorar nuestras ventas, es el turno del estilo de la decoración.
Hay varias ideas que son importantes a la hora de proyectar nuestro estilo al restaurante.
DIFERENCIARNOS
Debemos ser únicos y para ello contar con nuestro propio estilo. Este puede estar en consonancia con los principales platos de nuestra carta o con el origen de nuestros productos o con el tipo de cocina al que nos dedicamos.
Otras propuestas pueden ser decoraciones temáticas. Para aquellos casos en los que todos los elementos están destinados a situarnos en un espacio temporal, una recreación artística o un determinado espacio, por ejemplo, en un teatro, y donde nuestros clientes son los espectadores en una representación.
ALGUNOS BASICOS DE DISEÑO
Si nuestra carta es marinera, nuestro estilo podría estar centrado en este aspecto. Algunas lámparas, colores, nuestras cartas, menaje y vajilla, deberían estar en concordancia.
Pero si por el contrario, en nuestra idea de negocio, el eje central está desarrollado sobre una cocina tradicional, materiales naturales podrían ser el eje de nuestra puesta en escena. Maderas barnizadas, colores neutros, formas básicas o clásicas…., transmitirían nuestro mensaje de naturalidad y poco artificio.
Un poco más lejos… nuestra propuesta es una cocina moderna, pero que respete el producto autóctono, el cliente se sentirá identificado si además de líneas rectas y materiales clásicos como maderas, forjas, existen toques metálicos, lámparas de diseño vanguardista o incluso colores brillantes. La idea es básicamente transmitir sentimientos a través de formas y colores.
MARKETING ANTE TODO
Otro de los puntos a poner en valor y quizás el más importante es tener en cuenta que nuestro restaurante es una empresa y que todos los detalles están destinados a obtener un beneficio y sí, la decoración también.
No vamos a ganar más o menos dinero por que sea más o menos bonito. Pero sí va a influir la decoración en este punto si esta es acorde a nuestro modelo de negocio.
Para ello hay que analizar a nuestro tipo de cliente, cual es el número de comensales, ticket medio, tipo de cocina, como queremos que se sientan nuestros clientes, etc.
Pongamos el caso de que en nuestro local el público tiene un ticket medio de 15 euros, estamos en una zona de paso y nuestra propuesta es a base de ensaladas y productos fresco.
El objetivo es posibilitar la mayor rotación posible en nuestros servicios, puesto que nuestro ticket medio no es alto, entonces nuestros asientos no deben ser demasiado cómodos para que inviten a la rapidez, una música que no incite a la pausa ni al relax , aunque una decoración con materiales naturales y de una estética colorista, pero sencilla.
Si por el contrario barajásemos una idea de restaurante con una cocina tradicional, de propuestas muy elaboradas, con mucho tiempo de preparación que da lugar a distintos entrantes, y quizás a sobremesas largas y ticket medio elevado, atención muy personalizada y escasa rotación, el concepto de comodidad y asiento debería ser muy alto, con sillones o sillas acolchados, con respaldos confortables, mesas amplias y por supuesto con espacios que permitan la mayor intimidad posible.
NUESTRO ESTILO ES EL HILO CONDUCTOR
Desde que un cliente nos visita o más allá, ve nuestra entrada, debe sentir que todo está en armonía. Desde el diseño, al sistema de trabajo, pasando por el vestuario del personal, a las cartas, nuestros servicios, todo absolutamente tiene que tener coherencia. Ese es el hilo conductor, nuestra seña y lo que nos hace únicos.
Nuestro espacio tiene que estar diseñado para agradar, comunicar sentimientos y provocar experiencias. Y todo nuestro esfuerzo en la puesta en escena y la decoración deben estar en concordancia con la estancia que queremos que tenga el cliente en nuestro local y las expectativas que de él tenemos.