Muchas personas piensan que para ganar dinero solo basta con abrir un restaurante y todo irá sobre ruedas, pero se necesita algo más que ese deseo para mantenerlo abierto.
El 70% de los restaurantes cierran entre el tercer y quinto año pero … ¿cuáles son las razones de tantos intentos fallidos?
A continuación, enumeramos las 15 razones más comunes por las que los restaurantes cierran. Piensa en esta lista como que «No hacer» para dirigir un restaurante.
La inexperiencia
Incluso el propietario con las mejores intenciones puede cometer grandes errores por falta de experiencia por no saber como administrar un restaurante.
Muchos hosteleros no se dan cuenta, ni aprecian las demandas que conlleva ser propietario y administrar un restaurante. Una vez que te das cuenta, a menudo es demasiado tarde.
En los primeros meses de abrir un restaurante, se puede ver a al dueño haciendo cualquier tarea, desde limpiar los inodoros hasta preparar la comida.
Por esta dedicación muchos restaurantes permanecen abiertos. Pero un propietario sin experiencia también puede centrarse demasiado en detalles sin importancia, lo que puede arruinar las posibilidades de que el restaurante permanezca abierto.
Un propietario con experiencia sabe cómo delegar las tareas diarias, para centrarse en la gestión de las operaciones más importantes.
Tener una visión completa del funcionamiento del restaurante puede llevar años, sin embargo, lo mejor que puedes hacer es preguntar. Busca a expertos e intenta preguntarle por sus experiencias.
Obten información sobre todos los aspectos necesarios para el funcionamiento de un restaurante, en todos los aspectos, desde el origen de los ingredientes hasta el inventario y la planificación de un menú.
El dueño no se implica en el trabajo diario
¿Qué es peor que un dueño sin experiencia? Un dueño perezoso.
Es contradictorio que se trabaje muy duro para abrir el restaurante, y cuando lo abres des un paso atrás y te tomas un descanso. Pero aunque parezca mentira, suele suceder a veces.
Algunos propietarios nuevos cometen el error de pensar que dirigir un restaurante se hace solo. O peor aún, piensan que todo funcionará en modo automático después de la gran inauguración.
No presentarse a trabajar, ya sea física o mentalmente, practicamente es lo mismo que quemar tu restaurante.
Sistemas de contabilidad inadecuados
Muchos hosteleros no se forman sobre la contabilidad de restaurantes y los requisitos que se necesitan:
- Suficiente flujo de caja para pagar al personal y las facturas.
- Saber los márgenes de beneficios controlando los precios de costos de los alimentos y los precios de venta.
- Un número adecuado de empleados: ni pocos ni demasiados.
Lo mejor que puede hacer un nuevo propietario es invertir en un sistema de TPV que se encargue de la mayor parte de la contabilidad.
Con los informes generados por su punto de venta, se puede hacer un seguimiento de los números más importantes, como las ganancias y pérdidas.
No crear un sistema de verificaciones y balances
No tenga todas las tareas y responsabilidades tanto suyas como de sus empleados organizadas en su cabeza.
Escríbalas y cree un sistema para controlar las tareas a realizar y al final del periodo realizar un balance de los objetivos conseguidos.
El personal entenderá lo que se espera de ellos y se sentirán responsables. Un sistema como éste, mantiene el buen funcionamiento de su restaurante.
De hecho, se le recomienda tener sistemas para todas las áreas, desde el servicio hasta la limpieza.
Esto hace que el aprendizaje de los nuevos empleados sea más fácil y ayudará a su equipo de trabajo a mantenerse en el buen camino.
Exceso de gastos antes de la apertura
Este error es muy común al abrir un nuevo restaurante, la necesidad de contratar a un diseñador de interiores caro o comprar el mejor equipo de cocina puede pesar más que el sentido común.
Estos costos que parecen importantes no lo son, y lo más probable es que afecten su presupuesto.
Su colchón financiero es dinero en efectivo que cubre cualquier factura y salario durante los primeros tres meses del negocio.
La mayoría de los restaurantes no empiezan a ganar dinero inmediatamente, y dependen de este dinero para mantenerse a flote.
Si se endeuda durante sus primeros tres meses, es posible que tenga dificultades para salir de esta situación.
Malas aptitudes del gerente o encargado
Se necesita un tipo especial de gerente para dirigir un restaurante de forma impecable. Los mejores suelen ser los que se han abierto camino desde abajo.
No queremos decir que un recién llegado a la hostelería no pueda llevar a cabo esta gestión sin problemas, pero es más inusual.
Normalmente se debe a que hay muchas tareas en un restaurante que requieren conocimiento de primera mano, y muchos tipos de personalidades de los empleados con lo que hay que saber lidiar.
Un mal gerente puede arruinar las posibilidades de crecimiento de su restaurante.
Él o ella es responsable de capacitar al personal, asegurar que todas las tareas se lleven a cabo correctamente y confirmar que todos los clientes están satisfechos.
Busque gerentes que sean compasivos y comprensivos, y que sepan cómo motivar al personal para que alcance su máximo rendimiento durante cada turno.
Servicio al cliente insatisfactorio
Nunca ha sido más importante tener un servicio al cliente satisfactorio. Los clientes son más exigentes que nunca, y las opciones gastronómicas son aparentemente infinitas.
Los restaurantes cometen un terrible error cuando no invierten tiempo en atender a los clientes de forma correcta.
La forma en que un anfitrión saluda a sus invitados puede determinar si regresan o no. Los camareros también deben ser entrenados en la comunicación, especialmente con clientes difíciles.
Una mala puntuacion en TripAdvisor puede hacer que buenos clientes no vayan a su restaurante, incluso con una docena de buenas puntuaciones antes y después de la puntuación o comentario negativo.
Ofrecer constantemente un buen servicio al cliente es una parte esencial para sobrevivir los primeros años de estar abierto.
La comida es mala
Puede parecer inconcebible, pero algunos propietarios no han probado nunca la comida de su restaurante.
Si sirves mala comida, aunque tengas el mejor servicio del mundo o una buena administración tu restaurante no se mantendrá abierto durante mucho tiempo.
Prueba la comida regularmente y realiza encuestas para obtener información honesta de los clientes. La comida tiene que tener un buen sabor siempre, para garantizar que no pierdas clientes.
Preparación y ejecución descuidadas de los platos
Las degustaciones regulares de los platos de su restaurante también le brindan la oportunidad de comprobar que las recetas se siguen correctamente.
La mala ejecución de los platos tiende a ocurrir si no hay ningun control sobre ellos.
La preparación de platos puede volverse monótona y aparentemente robótica; mantener el control de calidad requiere vigilancia todos los días.
Si esto empieza a ocurrir, los clientes no tardarán en darse cuenta.
Malas decisiones en la contratación de empleados
Para que su restaurante tenga éxito, debe construir un equipo fuerte a su alrededor. Ningún trabajo es menos importante como para otorgarselo a una persona incapaz de realizarlo.
Debe ocupar cada puesto con un candidato fuerte que apoyará la identidad de su restaurante, y su visión.
Contratar a las personas equivocadas, especialmente en puestos de dirección, puede ser algo malo para su empresa.
Si toma la decisión de contratar a una persona que no cumple las expectativas, lo mejor que puede hacer es despedir a esa persona.
Evite gastar dinero en empleados que no le están ayudando a alcanzar las metas de su restaurante.
No pagar los impuestos
Esto es bastante sencillo: Si no pagas los impuestos de su restaurante, hacienda le impondrá fuertes multas.
Dependiendo de lo que se deba, la multa podría ser que declare su negocio en bancarrota. Y en el peor de los casos, lo cerrará permanentemente.
Sin estrategia de Marketing
Cada vez más, y sobre todo en España, hay más competencias de restaurantes. Diferenciar su establecimiento de la competencia no sólo es obvio, ¡es algo obligatorio!
Los restaurantes que no hacen publicidad en internet o impresa tienen más posiblidades de ser derrotados por los restaurantes de la competencia.
Tampoco es necesario un presupuesto de un millón de euros para conseguir nuevos clientes, la publicidad en redes sociales suele ser muy económica.
Mala Ubicación del restaurante
Una «mala ubicación» puede significar muchas cosas para un restaurante, incluyendo:
La clientela del vecindario no está interesada en tu estilo.
No hay tráfico de paso.
Su vecino sirve el mismo menú que usted, pero más barato.
No eres visible desde la calle.
El estacionamiento es limitado.
Elegir una mala ubicación de restaurante es algo desafortunado, porque no hay mucho que se pueda hacer después de la apertura. Invertir en una campaña de marketing fuerte es la mejor táctica en este caso.
Si estas en las primeras etapas de búsqueda de locales para abrir su restaurante, tómese su tiempo. Elija un lugar con alta visibilidad y mucho tráfico peatonal o automovilístico.
También es una buena idea pasar tiempo en el vecindario, para entender los tipos de clientes que pasarán por allí. Conozca lo que sus competidores están sirviendo (y a qué precio).
Restaurante sin estilo propio
Aunque todos los restaurantes comparten similitudes básicas, cada restaurante tiene su propio estilo. ¿Cuál es el tuyo?
Si no crea un estilo o algo que le diferencie de los demás restaurantes puede que le salga el tiro por la culata.
El estilo de un restaurante debe ser a todos los niveles, desde la forma en que se dobla una servilleta hasta la forma en que se le habla a un invitado.
Incluso las decisiones de contratación están influenciadas por el estilo de la empresa.
Si su restaurante no tiene una identidad propia que le diferencie de la competencia, podría ser «un restaurante mas» y ser olvidado.
No tener pasión por el oficio
Se necesita dedicación y sacrificio para mantener un restaurante abierto. Sin pasión, su restaurante nunca sobrevivirá.